
Antes de nada pediros perdón por mi ausencia en este pequeño y diminuto (aunque grandísimo en amigos) cuaderno de bitácora.
Imagino que os habrá pasado alguna vez. Los problemas te desbordan tanto, que el simple hecho de sentarse frente al monitor, se hace harto difícil. No es que sean problemas graves, no, afortunadamente, pero son cosas que trastocan la vida de esta que os escribe de cuando en vez.
Aún así, os he estado visitando a todos y leyendo vuestros maravillosos blogs.
Quiero hablaros de este libro que acabo de ¿terminar?, no, no, devorar.
Llevaba mucho tiempo detrás de él, pero no terminaba de decidirme a comprarlo, ya que bueno, al ser un escritor afgano, sentía que no iba a tener muchas cosas en común. Además, mi genero predilecto es la novela histórica, y bueno...que no me terminaba de convencer. Lo tuve muchas veces entre mis manos, pero al final, siempre lo volvía a dejar en su sitio. Hasta el otro día, que me decidí a comprarlo.
He sentido tantas cosas leyéndolo, he llorado tanto, de felicidad, de tristeza. Me ha conmovido de tal manera, que no entiendo como he podido perder tanto el tiempo leyendo otras cosas que realmente no me han llenado. He aprendido tanto sobre el pueblo Afgano, sus costumbres, sus miedos.
Estábamos tan acostumbrados a verlos cada día en las noticias, que casi nos hacíamos insensibles, nos parecían más de los mismo.
Señor, que equivocada estaba. Lo reconozco, soy una total y verdadera inculta, y este libro me ha ayudado a aprender mas cosas de este pueblo. Os lo recomiendo encarecidamente. También he visto la película, que aunque es maravillosa también, no recoge en absoluto la grandeza de las palabras del autor.
Se, que cometas en el cielo, se convertirá en un libro que leeré bastantes veces a lo largo de mi vida, porque es de esos libros, que cada vez que los lees, descubres algo nuevo.
Un beso a todos.