viernes, 24 de abril de 2009

Miedo en la noche


Parece el título de una de esas películas soporíferas que ponen los domingos a las 4 de la tarde, pero por desgracia, es el sentimiento general de la gente de mi barrio, hace 2 noches.
Fue mi hija la que alrededor de las 4 de la madrugada me llamó angustiada y casi llorando ¡¡Mamá, mamá, fuego!!. En ese momento salté de la cama y es como si el oido se agudizara en milésimas de segundos. Oí mucho estruendo en las escaleras. No había tiempo que perder, había que salir de allí. No sabía si había fuego en algún piso o donde, estábamos desorientadas. Para colmo no había luz y no se veía absolutamente nada. Atiné a coger una bata para la niña y cogí el móvil que siempre tengo en la mesilla de noche y las llaves. Las cadenas de las perras que siempre las cuelgo detrás de la puerta y....
Os dejo lo que salió en el periódico.
Todo comenzaba pasadas las cuatro de la madrugada. Los vecinos de los pisos más bajos de la calle Carlos Haya, una vía estrecha en la que se agolpaban los ciclomotores, notaron el humo entrando por sus ventanas y escucharon el ruido de algunas explosiones. Los gritos despertaron a todos. La mayoría huyó hacia la azotea. Así pudieron salvarse. 14 personas necesitaron asistencia médica y cinco de ellas fueron trasladadas al Hospital Puerta del Mar, aunque por la mañana fueron dadas de alta, tras ser atendidas por intoxicación de humo y alguna quemadura leve.

Miembros de la policía científica examinaron durante varias horas la zona quemada, donde quedaban los "esqueletos" calcinados de 26 ciclomotores, para tratar de recabar pruebas incriminatorias.

Afortunadamente mi terraza da a la parte de atrás de la calle siniestrada (calle por cierto aún más estrecha que la del incendio y también llena de motos), con lo cual a mi casa por suerte no le ha tocado (esta vez). Hay que dar las gracias tambien a unos chicos que venían de pescar, vecinos del bloque, y viendo el panorama, empezaron a quitar motos de enmedio, arriesgando sus vidas, para hacer un cortafuego y que no siguieran estallando, ya que estaban todas en linea e iba una tras otra, si no, hubiese sido la calle entera la que hubiese ardido. Ahora me pregunto, ¿porqué?, de veras, los animales hacen las cosas con un sentido, nunca hacen nada por maldad. ¿Porqué alguien se dedica a soltar los latiguillos de las motos dejando salir la gasolina para en definitiva, meterles fuego y a mi entender, hacer un atentado en toda regla?. Espero que los cojan y que paguen. Pero el susto de las familias que allí nos vimos...eso, eso no se paga.

miércoles, 15 de abril de 2009

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey


Cómo ya va siendo habitual, os comento el último libro que he devorado. Se llama así, tal como viene en el enunciado. Sí, ya se que es un título largo y a priori, incomprensible, pero os puedo asegurar que engancha y es realmente encantador y diferente a otros libros que haya leido. La historia transcurre en una pequeña isla inglesa en pleno Canal de la Mancha, Guernsey. Es la historia de como algunos habitantes de esa pequeña isla sobrevivieron a la invasión nazi, iniciando, por casualidad, una sociedad literaria. A continuación, os transcribo la sinopsis del libro:
Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la segunda guerra mundial. La escritora Juliet Ashton está buscando el argumento para su próximo libro. ¿Quién podría imaginarse que lo encontraría en la carta de un desconocido, un nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet? A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en un mundo maravillosamente excéntrico. La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey, nacida como una coartada espontánea cuando sus miembros fueron descubiertos rompiendo el toque de queda de los alemane. Contiene una galería de personajes profundamente humanos, divertidos, encantadores, desde granjeros a frenólogos, todos amantes de la literatura, que sobrellevaron la ocupación nazi organizando reuniones de lectura sobre novelas clásicas, siempre alrededor de un pastel de patata.
Juliet empieza una importante correspondencia con los miembros de la sociedad, pequeñas joyas que hablan de libros y del placer de la lectura, de la amistad, de la vida cotidiana y del impacto reciente que la ocupación alemana ha tenido en sus vidas. Cautivada por sus historias, decide visitarles, y lo que encuentra le cambiará para siempre.

martes, 7 de abril de 2009

Yo no soy esa...


Yo no soy esa
que tu te imaginas
una señorita tranquila y sencilla
que un dia abandonas
y siempre perdona
esa niña si..no..
esa no soy yo
yo no soy esa
que tu te creias
la paloma blanca
que le baila al agua
que rie por nada
diciendo si a todo
esa niña si..no..
esa no soy yo
No podras presumir jamaz
de haber jugado con la verdad
con el amor, de los demas
Si en verdad me quieres
yo ya no soy esa
que se acobarda
frente a una borrasca
luchando entre olas
encuentra la playa
esa niña si..no..
esa no soy yo
Pero si buscas
tan solo aventuras
amigos por guardia
a toda tu casa
yo no soy esa
que pierde esperanzas
piensalo ya
Yo no soy esa
que tu te imaginas
una señorita tranquila y sencilla
que un dia abandonas
y siempre perdona
esa niña si..no..
esa no soy si..no..
esa no soy yo



Siempre me encantó esta mujer. Descanse en paz.