miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ojalá....


Así es como era mi plaza de San Antonio. Y mira por donde, por circunstancias de la vida, por avatares del destino, voy, y me encuentro con esta foto del año 50. Y mira tú por donde, sin haber conocido al hombre que le dió vida a mi padre, va, y lo reconozco en la esquinita inferior derecha. Con su "carro", su medio de vida y el sustento de su mujer y sus tres hijos varones. Mi abuelo Rafael. El hombre por el que llevo mi nombre. Ojalá te hubiera conocido, abuelo. Siempre me faltó esa cuarta pata. El abuelo al que nunca conocí, pero al que siempre recordaré por ser el "culpable" de tan regio nombre.