
Nunca pensé que después de tres meses podría sentir así. Hace tan solo, unos treinta días, creía que el tiempo se había parado para siempre. Que jamás, las pequeñas manillas del reloj de mi vida, volverían a seguir su tranquilo, pausado ritmo.
Hoy, parece que ha pasado una eternidad. Curioso, esto del tiempo.
No es que el tiempo todo lo cure. Lo curamos nosotros, si queremos. Y yo, quise.
Viéndolo desde la perspectiva del tiempo ya pasado, todo parece mas liviano, menos importante. "....a veces creemos que el tiempo se puede parar...", dice la canción de Shuarma. Lo creemos, pero en el fondo, sabemos que en situaciones así, afortunadamente, el tiempo...no para.